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Cómo reciclar las bolsas de plástico de supermercado

Cómo reciclar las bolsas de plástico de supermercado - Rovi Packaging
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Lo que ya tenemos o usamos no es necesario que lo desechemos por otras opciones más ecológicas. No tendría sentido tirar a la basura algo nuevo, por lo que lo único que podemos hacer es utilizarlo para su propósito y buscar una forma de reciclar o de reutilizar el producto, en este caso las bolsas de plástico.

Si las tiramos a la basura estamos fomentando la contaminación, pero si hacemos un uso lógico y con cabeza de las mismas podemos alargar su vida útil y reducir la cantidad de uso. Y no hablamos solamente de usos prácticos, sino de otros más creativos. Hoy veremos qué puedes hacer con esas bolsas de supermercado de plástico que seguro inundan tu casa. ¡Vamos allá!

¿De qué están hechas las bolsas de plástico?

Antes de comenzar con las ideas, es necesario comentar algo que parece obvio: ¿de qué están hechas? Las bolsas de plástico forman parte de nuestra vida diaria y están totalmente interiorizadas en nuestra cultura. Suelen ayudarnos a proteger objetos o alimentos o a transportarlos.

Desde su popularización en los años 70, se han convertido en algo básico, sobre todo desde que comenzaron a distribuirse gratuitamente en supermercados y tiendas (hoy en día muchos de ellos ya cobran por ellas). Además de usarse para desechar residuos domésticos, también son una forma económica de publicidad para las tiendas, ya que les permite exhibir sus marcas. Estas bolsas pueden estar confeccionadas con diferentes materiales plásticos, como polietileno de baja densidad, polietileno lineal, polietileno de alta densidad, polipropileno y/o polímeros plásticos no biodegradables.

Tipos de bolsas de plástico

Por supuesto, habrás notado que existen distintos tipos de bolsas de plástico, cada una de ellas con una forma, tamaño y densidad distintas. La versatilidad y esa gran popularidad del plástico se debe a su resistencia y a su adaptabilidad, de ahí que existan diversos modelos:

  • Bolsas de plástico ultraligeras. Son las que encontrarás en la sección de frutas o verduras de un supermercado o en las tiendas a granel. Normalmente no tienen asa y su grosor es inferior a 15 micras. Puedes utilizarlas de forma gratuita ya que son indispensables en tiendas de alimentación por motivos de higiene. Su objetivo es ese mismo: almacenar alimentos. 
  • Bolsas de plástico ligeras. De entre 15/50 micras de grosor, estas bolsas son comunes en la mayoría de los establecimientos y se utilizan para transportar todo tipo de compras. Son las bolsas que, hoy en día, se cobran en los supermercados debido al Real Decreto para la reducción del consumo de bolsas de plástico.
  • Bolsas de plástico gruesas. Este tipo aumenta el grosor y la calidad del producto final (con un espesor de 50 micras). Son las que podemos encontrar en las tiendas de ropa u otros establecimientos similares, e incluso en algunos supermercados.
  • Bolsas de plástico oxodegradables o fragmentables. Las bolsas de plástico de esta categoría están hechas de materiales plásticos que contienen aditivos para acelerar la fragmentación del plástico en microfragmentos cuando llegan al medio ambiente.

Este tipo de bolsas tienen variantes fotofragmentables, termofragmentables y hidrofragmentables, todas las cuales se descomponen en microplásticos.

  • Bolsas de plástico biodegradables. Comenzamos con las opciones más sostenibles y novedosas, como las biodegradables. Como ya explicamos en otro post de Rovi Packaging, las bolsas de este tipo están fabricadas con un porcentaje de materiales vegetales que se disuelven orgánicamente en unos meses al contacto con el ambiente y se convierten en abono.
  • Bolsas de plástico compostables. Estas bolsas se diferencian e identifican porque llevan un sello distintivo y pueden ser tanto ligeras como muy ligeras. Contienen un porcentaje de plástico y se descomponen únicamente en condiciones específicas, como altas temperaturas y aireación controlada, lo que significa que no se degradan bajo cualquier condición ambiental, por lo que es imprescindible llevarlas a instalaciones de tratamiento especializadas.

Reducir y reciclar bolsas de plástico

Ya lo hemos dicho arriba: no es no usar, sino utilizar con cabeza. Y, por supuesto, si la vida útil de una bolsa de plástico ha finalizado, se debe reciclar o, preferiblemente, reutilizar. Existen muchas ideas originales con las que usar todas esas bolsas de plástico que tenemos desperdigadas en casa. Te dejamos algunos consejos creativos para que puedas aprovecharlas al máximo antes de depositarlas en su contenedor adecuado:

Reusarlas. Cuando te quedas con la bolsa del supermercado después de haberla vaciado de su contenido, uno de los usos más comunes y simples es volver a utilizarla para lo mismo en casa. Puedes usarla de bolsa de deshechos en los cubos de basura de la cocina o del baño. Las bolsas más pequeñas con especialmente prácticas en este sentido. 

Pero no solamente esas: el plástico que contiene productos como arroz, pan, granos, papel higiénico o carne también puede tener un segundo uso: úsalo para almacenar desechos más pequeños, como papeles de escritorio.

Recoger excrementos de mascotas. En España hay actualmente más perros que niños, por lo que la cuestión higiénica en las calles es especialmente importante. Recoger sus excrementos es obligatorio y, además, está penado con multas si no se realiza.

Si tienes mascota, puedes aprovechar las bolsas de plástico que uses del supermercado para limpiar los excrementos de tu mascota, especialmente las de tamaño más reducido que no suelen servir para los cubos de basura. Los embalajes plásticos y las bolsas con residuos de comida pueden resultar prácticos para limpiar la suciedad de las mascotas, ya que no son aptos para guardar objetos porque se puedan manchar, así que se trata de una alternativa viable y sostenible.

Usarlas de guante. Si necesitas limpiar alguna zona de la casa un tanto desagradable, como los baños, o hay que atrapar algún insecto o animal que se ha colado, la bolsa de plástico puede convertirse en nuestra mejor aliada. Con un poco de creatividad, las bolsas pueden ser una solución práctica: ábrelas y póntela en las manos para convertirla en una alternativa a un guante para protegerlas y atrapar insectos o limpiar zonas.

Para dar forma a los zapatos. Las botas de caña alta en particular son un zapato que suele deteriorarse o deformarse si se almacenan de forma incorrecta en el armario. Sin embargo, una bolsa de plástico puede ser la solución perfecta e inesperada: hazla una bola y colócala dentro de las botas para mantener su caña erguida. Si puedes elegir, las bolsas más adecuadas para esto son las  que están fabricadas con un material más grueso, como las que suelen emplearse en las tiendas de ropa.

Hacer manualidades. Reutilizar las bolsas plásticas es una excelente manera de darles una segunda vida, especialmente si tienes niños pequeños en casa. Con las bolsas blancas se pueden crear pequeños fantasmas para decorar en Halloween y también se puedes recortarlas en tiras para usarlas como si fuesen lana en proyectos de crochet. 

Si quieres ir un poco más allá, ten en cuenta las texturas que puede añadir una bolsa de plástico en cualquier proyecto artístico, sobre todo si se coloca sobre una superficie húmeda y se manipula como prefieras. Si compres el material y lo extiendes podrás crear un mantel perfecto para que los niños pinten sin ensuciar la mesa con casi cualquier tipo de pintura.

Si tienes mucho talento o te apetece comenzar un nuevo hobby, puedes hacerte una bolsa de playa reciclada con tiras de todas las bolsas de plástico que encuentres en casa. Son una opción original y creativa de reutilizar el plástico que ya no quieres. Siguiendo la misma línea, también puedes hacer macetas para plantas con hilo de plástico. Si quiere asegurarte de que no hay fugas de agua, puedes forrar la maceta con otra bolsa, también del supermercado.

Si no se te da bien trabajar con tejidos o hacer ganchillo, por ejemplo, puedes optar por hacer cestas trenzadas de plástico en su lugar. Es mucho más fácil y un proyecto entretenido que te permite mezclar diferentes bolsas de colores para crear patrones originales y que reflejen tu personalidad.

Organiza el congelador. Si eres de cocinar de más para congelar y hacer tuppers, es posible que tu congelador esté lleno y no sepas después qué es cada cosa. Te damos una solución con bolsas de plástico: agrupa los productos congelados etiquetando las bolsas con un rotulador permanente: verduras, pollo, sopas, salsas, etc. y mételos dentro de otra bolsa doble para que la congelación sea más duradera. Si puedes, escoge una bolsa con asas para que se más fácil sacar los artículos voluminosos del fondo del congelador.

Como ves, el plástico no es el enemigo, sino que debemos aprender a tratarlo como corresponde y utilizar la tecnología de la que disponemos para crear soluciones más sostenibles sin tener que renunciar a las propiedades de este material. En Rovi Packaging somos conocedores del impacto de las bolsas y otros productos sobre el medio ambiente. Nuestra misión es encontrar soluciones de packaging para nuestros clientes que minimicen el impacto sobre el medio ambiente, apostando por materiales compostables, hidrosolubles y reutilizables.

Trabajamos con productores de materias primas y materiales de alta calidad para garantizar los estándares. El cariño, la atención a los detalles y la perseverancia para dar con los materiales y el proceso de fabricación ideal no servirían de nada si no exigiéramos lo mismo a nuestros proveedores. Si quieres que comencemos a diseñar y personalizar el packaging de tu empresa, puedes ponerte en contacto con tu equipo para empezar a trabajar juntos.

 

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