Hoy en día no existe producto o servicio que no pueda tener un packaging o una imagen de marca cuidadas y acordes a sus servicios. Son sinónimo de calidad, cuidado y profesionalidad, llegando a convertirse en una forma más de vender y llegar al cliente potencial. Muchos de ellos se fijan en las características del envoltorio y pueden incluso a basar su decisión de compra en ellas. Valores como la sostenibilidad o la reutilización han llegado al mundo del packaging para quedarse, y las empresas deben entender y aplicar esas demandas de los posibles compradores para, además de generar más ventas, ser consistentes con los compromisos que quieren cumplir.
El packaging, en definitiva, se ha convertido en una extensión del producto que contiene y protege, siendo capaz de venderlo sin que se vea siquiera. Y las ventajas de un buen packaging no acaban ahí… Si estás pensando en darle una nueva imagen a tus envoltorios pero crees que no vale la pena, lee todos los beneficios que puede aportarte un buen diseño y unos materiales bien elegidos. Nosotros no tenemos ninguna duda de que puede marcar un antes y un después en tus productos.
¿Qué es el packaging exactamente?
Puede que la palabra nos suene de haberla escuchado por muchas partes pero, ¿en qué consiste exactamente? Entendemos el packaging como una serie de elementos que conforman el envoltorio de un producto o servicio, desde la apariencia y los materiales hasta el diseño del mismo. Aunque podamos pensar que de los embalajes se encarga un solo equipo o departamento, el proceso de su creación envuelve a muchos equipos, sobre todo desde que el propio packaging es capaz de vender por sí mismo el producto que protege.
El packaging también es las técnicas de marketing que se utilizan para dirigirse a un público específico y ‘venderles’ desde fuera el producto, gracias a envoltorios, etiquetados o envases. Por eso en este proceso intervienen las estrategia de mercado, el diseño y la producción del producto.
No hay que olvidar que el packaging, al final, es un medio para proteger el producto, y por ello, su misión principal es asegurar que este llegue sano y salvo a manos del cliente. Una vez tengamos esa parte, podemos pensar en cómo adaptar el diseño y las ideas que tengamos en mente y poner en práctica todas las ideas, nuevas y viejas, para destacar entre la competencia.
¿Qué tiene que tener un buen packaging?
Juzgar un producto por su apariencia es algo, aunque arriesgado, inevitable. Como empresa, debemos aprovechar todas las opciones que tengamos para llamar la atención y hacer que nuestro producto sea atractivo, ya que las decisiones de compra dependen en gran manera del aspecto que tengan el producto deseado. El packaging influye sin duda en el cliente, por lo que deberemos tener en cuenta las 3 características fundamentales de su diseño para obtener un embalaje de 10:
Atractivo. Es la función principal del diseño: atraer visualmente a los clientes. Será, junto tal nivel de protección que tenga que ofrecer el propio packaging, la característica que más debamos tratar, pues tenemos que conseguir atraer desde lejos con él. Adapta el logo, los colores y la forma al público objetivo que tengas, añadiendo distintos efectos para que destaque entre la competencia. Puedes utilizar distintas texturas o capas para dar volumen o crear un efecto más especial.
Único. Si puedes sorprender con tu packaging, tienes la mayor parte del trabajo. Diferenciarse significa que, además del logo o de los colores de marca, también existe un elemento de sorpresa, algo que el cliente no se espera pero que mejora su experiencia de compra. Hasta que llegue al producto como tal, el packaging es el encargado de mantener el interés, por lo que puedes innovar un poco en la estructura o en el tamaño para causar un impacto y que te recuerden.
Eficacia. Hay una regla de oro en el diseño del packaging que se debe cumplir en cualquier ocasión: no hagas que sea difícil abrir el producto. Puedes hacerlo todo lo atractivo e innovador que quieras, pero si pones dificultades al cliente para llegar al producto, significa que no está siendo un buen envase. La funcionalidad y la eficiencia siempre estarán por encima de su estética, aunque lo más recomendable es llegar a un punto de equilibrio entre, eficacia, atractivo y singularidad.
Las ventajas de un buen packaging
Los beneficios de diseñar un packaging correcto van más allá de lo que hemos comentado. Aunque obviamente llamar la atención y vender más son objetivos completamente válidos, existen algunas otras ventajas a comentar de prestar atención al diseño de los embalajes de tus productos:
Diferenciación. El propio envase es capaz de transmitir tus valores como empresa, por lo que puedes atraer a un público que busque, por ejemplo sostenibilidad, calidad, o responsabilidad social. Si anuncias lo que sientes y lo que quieres conseguir desde fuera, ya estás poniendo sobre la mesa unas bases con las que atraer clientes y diferenciarte.
Valor Percibido. Los clientes no quieren necesariamente que les ‘regales cosas’, sino que más bien quieren sorprenderse. Puedes dejarte llevar por la creatividad y añadir algún detalle especial en los productos o un diseño más ingenioso y que nadie se espera. Con ello el cliente entiende que le tienes en cuenta y que quieres poner en valor su compra, haciéndole sentir especial.
Identificación y comunicación. Cuanto más concreto y específico hagas tu diseño de packaging más rápido será de identificar y de no pasar desapercibido. Pónselo fácil al comprador y haz que se fije en ti sin esfuerzo.
El packaging, además de para llamar la atención, es un excelente medio de comunicación con el que hablar con el comprador. Puedes explicarle en él los ingredientes del producto, su proceso de trabajo, la filosofía que hay detrás, beneficios que puede obtener, etc. Adapta la forma de dirigirte al cliente dependiendo del target que tengas.
Aumento de la demanda. Si tu empresa llama la atención, ya sea por el packaging como por otro elemento de publicidad, aumentará la demanda y el interés del público general y, por lo tanto, el número de ventas. Para ello, arriésgate y sé creativo, ofreciendo algo que sea imposible de rechazar.
Fidelidad. Si tus valores de marca están alineados con el producto y con los elementos del packaging, podrás fidelizar a muchas personas que tienen en cuenta estos aspectos a la hora de buscar una marca en la que confiar. Y es más: te recomendarán.
Etapas del proceso de diseño de packaging
Ya sabemos las bases fundamentales de cualquier packaging: debe ser llamativo, original y eficiente. Si una de esas características, el envase no está completo. Por ello es tan importante contar con un equipo que se dedique en exclusiva a estudiar las posibilidades y los nuevos diseños del packaging, siguiendo un proceso dividido en 3 etapas:
Alinear el diseño con la identidad. El packaging debe ir siempre de la mano de la identidad de marca para que ambas se asocien y se reconozcan como una. El cliente tiene que entender que comprar a una marca significa apoyar unos valores que le fidelizan porque cree en ello.
Para encontrar a ese cliente ideal puedes desarrollar un buyer persona y evaluar qué aspectos impulsan a esa persona a realizar la compra. Con esos datos podrás tomar las decisiones de diseño pertinentes (el esquema de color, la fuente, la fotografía…). Cuando ya tengas esta parte, identifica el valor de tu marca y observa qué la diferencia del resto de competidores del mismo sector. Toma las decisiones necesarias para que el comprador ideal y tu marca estén alineados en cuando al diseño del packaging.
Aspectos técnicos y fase de diseño. Cuando sepas el concepto que quieres darle al producto, puedes empezar con el diseño, etapa en la que deberás alinear esas 2 caras del packaging: la parte técnica y la parte artística. Sin embargo, necesitarás conseguir cierta información logística antes de empezar a diseñar:
- Cuántos paquetes necesitarán diseño; no es lo mismo crear el packaging de una botella de vino suelta que el de una caja de 6, en la que también entra el diseño de la misma.
- Las medidas de los paquetes.
- El texto para el producto (marca, nombre del producto, descripción, ingredientes, información nutricional, códigos de barras, etc.).
- Las imágenes que se utilizarán en el diseño.
- Los colores, las fuentes del texto y los logotipos que se vayan a usar.
Ten muy en cuenta el orden en el que vas a colocar la información, ya que es muy importante que los clientes tengan a su disposición ciertos datos de forma simple, como si el producto es vegano o tiene ciertos alérgenos, por ejemplo. Si en tu estrategia has decidió que quieres comenzar a establecer una presencia de marca, el nombre de la empresa deberá de destacar más en el diseño del packaging.
Impresión del packaging. ¡Llega el momento decisivo! Cuando hayas finalizado el diseño del packaging podrás imprimirlo y ver cómo queda en físico. Lo mejor es pedir a la empresa de impresión una prueba para analizar si los colores han quedado como se había decidido y si el diseño ‘funciona’ sobre el envase. Así, si hay que realizar algún cambio podrás hacerlo con tiempo y desperdiciando el menor papel o material posible.
Ahora ya sabes las ventajas de un buen packaging y la importancia que tiene sobre las ventas y sobre el público puedes comenzar a pensar en los cambios que quieres hacerle a tu marca. Si necesitas un nuevo tipo de packaging, más sostenible y reutilizable, en Rovi Packaging somos especialistas en envases completamente personalizados y adaptados a las necesidades del cliente.
Somos conscientes del impacto de las bolsas y otros productos sobre el medio ambiente, por lo que nos propusimos un objetivo: encontrar soluciones de packaging para nuestros clientes que minimicen el impacto sobre el medio ambiente, apostando por materiales compostables, hidrosolubles y reutilizables. Si necesitas algún tipo de envase en concreto, puedes ponerte en contacto con nosotros. Te asesoraremos en todo lo necesario para que tu producto vaya protegido y al mismo tiempo sea sostenible y vaya con tu marca.
